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La inflación cae y se espera que durante los próximos meses distintos factores la sitúen alrededor o incluso por debajo del 2%. Sin embargo, los mayores costes laborales y la incertidumbre geopolítica podrían limitar el descenso.

En medio de la tormenta, vemos un mundo que se desacelera en un contexto de alta inflación, en parte producto de los altos precios de las materias primas. Una puja constante entre oferta y demanda de la que ninguna saldrá bien parada.

La inflación anual al consumidor ha alcanzado su nivel más alto en los últimos 22 años. Esperamos cerrar este año en 9,2 % con una moderación para 2023 y que se consolidará en 2024, explicada por dos factores principales: el efecto base y la moderación de la demanda y de las presiones de costos.

La inflación de abril fue el dato más alto en lo corrido del año pero creemos que es un aumento transitorio y que a final del año retornará a la meta del Banco de la República del 3% anual. La inflación recién publicada para abril sorprendió al alza y se ubicó en 0,5% mensual por encima de las expectativas.

Precios al consumidor aumentaron 0.55% (mom) en julio por debajo de nuestra estimación y consenso del mercado (0.9% vs. 1%), llevando a cifra anual a subir a 15.85% desde 15.39% en junio. Sorpresa bajista provino de menor inflación de alimentos de lo esperado, mientras que empeoramiento de inflación subyacente continuó a medida que inflación subyacente anual llegó al 15.1%

El Banco Central de la República de Turquía ("CBRT", por sus siglas en inglés) no introdujo cambio alguno en sus bandas de tipos de interés. Asimismo, el Banco mantuvo el tono restrictivo, al hacer caso omiso al impacto de corte desinflacionario que previsiblemente tendrá la caída de los precios de la energía y la corrección parcial en los precios de los alimentos.