España | Más productividad para un mayor progreso social

La brecha de España con las economías europeas más avanzadas en renta per cápita y bienestar, de unos 20 puntos porcentuales de promedio en las últimas cuatro décadas, se explica porque utilizamos poco y mal nuestro capital humano, la principal riqueza de cualquier país.

Puntos clave

• Puntos clave:
• Poco, porque tenemos una baja participación laboral en algunos segmentos de la población y una elevada tasa de desempleo. Y mal, porque la producción por trabajador es inferior a la de la mayoría de nuestros vecinos, a pesar de que nuestra jornada laboral está entre las más elevadas, lo que indica que la productividad por hora trabajada es significativamente menor.
• La evidencia empírica es concluyente sobre la importancia de la productividad. En una amplia muestra de 148 países se observa que el crecimiento de la productividad en las últimas seis décadas es capaz de explicar el 80% del crecimiento del consumo privado y público per cápita, como consecuencia de la mejora de la renta de los hogares y de los ingresos públicos.
• Aunque el ritmo de crecimiento promedio de la productividad en España desde 1960 nos permitía duplicar su nivel cada generación, en las tres últimas décadas el crecimiento del PIB por empleado apenas ha llegado al 1%. De continuar creciendo a esta tasa necesitaríamos tres generaciones para duplicar el nivel de productividad y de consumo actual.
• Nuestro sistema productivo necesita mejorar las regulaciones para facilitar la creación, crecimiento y asunción de riesgo por parte de las empresas, asegurar la unidad de mercado y aumentar la eficiencia de la normativa existente y su cumplimiento.
• Además, los problemas específicos de nuestro mercado de trabajo reclaman reformas ambiciosas e integrales que acerquen nuestra regulación a la de los países de la UE, con tasas de desempleo 10 puntos inferiores a la de España en las últimas cuatro décadas, y con menor temporalidad.

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