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Junto a la incertidumbre tras el recientemente finalizado cierre del gobierno federal, los mercados redujeron sus expectativas de un ciclo lineal de recortes. La incertidumbre persiste sobre la decisión de diciembre; un tercer recorte de “gestión de riesgos” parece ligeramente más probable.

Tras el ciclo de endurecimiento monetario más rápido en décadas (2022-2023), los principales bancos centrales han iniciado un proceso de bajadas de tipos de interés, marcado en su “última milla” por la cautela.

Entramos en una nueva fase más dependiente de los datos, en la que la Junta dará seguimiento a la inflación subyacente antes de señalar que podría bajar la tasa real ex-ante más cerca de 2.7%, el punto medio de su rango neutral estimado.

Creemos que el margen para continuar con el ciclo de bajadas sigue presente pese al tono más cauto de la Fed la semana pasada, ya que algunos miembros de la Junta han señalado que el diferencial de tasas no es una limitante determinante.

El Banco de la República mantuvo su tasa de política monetaria en 9,25% por cuarta reunión consecutiva, en una decisión que refleja cautela ante la persistencia de la inflación, los riesgos de la inflación y la recuperación de la actividad económica.

Antes de la reunión, ya veíamos espacio para menos recortes que los tres actualmente previstos para 2026. Tras la reunión de hoy, ahora mantenemos un sesgo más firme hacia menos recortes por delante.

Los rendimientos del Tesoro cayeron en el último mes, con los futuros descontando casi por completo un segundo recorte consecutivo la próxima semana, luego de que Powell advirtiera que el mercado laboral podría estar en una etapa en la que “menos vacantes podrían reflejarse en mayor desempleo”.