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A menos que el mercado laboral se debilite más claramente o que las presiones de precios por aranceles cedan antes de lo previsto, es probable que el FOMC haga una pausa en enero y adopte después una postura más paciente y dependiente de datos.

Si bien es probable una votación muy dividida, es poco probable que la Fed sorprenda con una pausa. El mensaje central será probablemente que el espacio para recortes de “gestión de riesgos” se ha agotado y que hará una pausa a inicios del próximo año.

Tras el ciclo de endurecimiento monetario más rápido en décadas (2022-2023), los principales bancos centrales han iniciado un proceso de bajadas de tipos de interés, marcado en su “última milla” por la cautela.

Antes de la reunión, ya veíamos espacio para menos recortes que los tres actualmente previstos para 2026. Tras la reunión de hoy, ahora mantenemos un sesgo más firme hacia menos recortes por delante.

Los rendimientos del Tesoro cayeron en el último mes, con los futuros descontando casi por completo un segundo recorte consecutivo la próxima semana, luego de que Powell advirtiera que el mercado laboral podría estar en una etapa en la que “menos vacantes podrían reflejarse en mayor desempleo”.

Doble rostro para la economía global en el último trimestre de 2025. Por un lado, se acumulan los riesgos vinculados a las políticas económicas estadounidenses, a un entorno internacional menos cooperativo y a una pléyade de posibles shocks geoeconómicos e institucionales. Por otro, mantiene una resiliencia mayor.

Powell describió el movimiento de hoy en un contexto de “manejo de riesgos”, señalando que el aumento de los riesgos para el objetivo de empleo hace apropiado reanudar el proceso de “moverse en dirección a una postura neutral”.