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Perú enfrenta otra crisis política tras la vacancia presidencial, reflejo de una inestabilidad recurrente desde 2017. Aunque el impacto financiero fue limitado, la incertidumbre afecta inversión, consumo y crecimiento. Urgen reformas institucionales que fortalezcan la gobernabilidad y estabilidad económica.

El PIB creció 3,2 % interanual en agosto, similar al consenso del mercado (3,1%), aunque por debajo del avance de julio (3,4%). El componente no primario creció 3,2% y el primario 1,8%.

Tras la rebaja de 25pb en septiembre, el BCRP mantuvo en octubre su tasa de política en 4,25 %. La posición virtualmente neutral de la política monetaria es consistente con el panorama benigno para los precios y con la actividad en torno a su potencial. Seguimos previendo que la tasa seguirá en 4,25 % en los próximos meses.

La inflación mensual en septiembre fue de 0,32%, superior a la esperada por analistas (0,24% según la encuesta del Banco de la República) y por BBVA Research (0,23%). Con ello, la inflación anual se ubica en 5,18%, lo que representa un incremento de 8pb frente a agosto, y completa tres meses consecutivos de aumentos.

En 2025, el déficit en cuenta corriente aumentaría levemente por un mayor déficit comercial impulsado por la fuerte demanda interna, que eleva las importaciones mientras las exportaciones crecen con moderación. Las remesas y un déficit moderado de renta factorial compensarían parcialmente y la IED seguiría financiándolo.

En medio de un año de incertidumbre global, tanto por factores económicos como geopolíticos, Latam ha mostrado una particular resiliencia que se ha manifestado en la apreciación de sus monedas y la reducción de sus primas de riesgo.

La tasa de desempleo nacional de agosto fue 8,6%, la más baja para un agosto desde 2001. Con ajuste estacional, la tasa fue 9%, permaneciendo en niveles bajos y relativamente estables desde marzo; lo que se ha dado por una combinación de un buen crecimiento del empleo y un menor ritmo de crecimiento de la oferta laboral.